martes, 9 de mayo de 2017

EN TÁRREGA, DE ESTRENO EN LA 116

Hacía ya tiempo que la iba viendo en este loquísimo y ya excesivamente saturado calendario de carreras populares pero por unas cosas u otras nunca había podido acudir.
Esta vez, este año, y pese a que trabajaba de tardes (¡ya ves qué sorpresa, ni que fuera la primera vez!), me inscribí a la Media maratón de Tárrega.
Antes de las seis y media de la mañana y que sonara el despertador ya estaba en pie...cuando no puedes dormir es mejor eso que estar dando vueltas en la cama.
Sabía que iba a ser un día largo y duro física y mentalmente así que, mejor pensar en positivo e ir bien cargado de energía con un café bien largo, de esos que me gustan.
A las siete y media había quedado en el Club con el resto de expedición...Nicolás, Pablo, Enrique y Miguel Angel volvían a ser, una vez más, fieles compañeros en otra de nuestras "carreretas".
En poco más de una hora llegábamos a las inmediaciones del pabellón polideportivo de Tárrega y tras la recogida del dorsal (por cierto, el azar quiso que tuviera asignado el 116), fuimos a los vestuarios a cambiarnos.
Ha salido un día espléndido, sol en todo lo alto (lo merecía) y una temperatura muy agradable.
De hecho, se agradeció que la salida fuera a las nueve y media, puesto que si hubiera sido más tarde lo hubiésemos pasado bastante mal.
Tras la obligada foto y un suave trote por la zona de salida y meta, nos metemos ya entre el mogollón de corredores. 
Mi intención...la de siempre, mientras puedan mis piernas y corazón...intentar bajar de los 90', aunque ya me han advertido que es un circuito rompepiernas muy exigente y que es complicado hacer buenas marcas.
Cuenta atrás y ¡arrancamos!.
Esta media maratón combina el asfalto con tramos por caminos, así que va a ser una experiencia que hace muchos años no tenía (desde la ya desaparecida de los Monegros).
Nico y Pablo se van para adelante, y yo, me pongo a la vera de Enrique.
Los dos primeros kilómetros son urbanos y a partir de ahí nos adentramos en un camino de tierra paralelo a la autovía.
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Los dos primeros kilómetros de carrera han salido muy bien (4'04" y 4'00"), pero a partir de ahora, estos van aumentando merced a los continuos sube y bajas que hay.
El paso por el cinco, al paso de Villagrasa se hace en 20'46", lo cual está muy bien.
Continuamos juntos ,con Enrique, hasta el kilómetro seis, en el que en un repecho, tras el avituallamiento, se queda un poco.
Yo, sigo para adelante porque quiero intentar acercarme a esa "obsesión" mía.
Salimos de este primer tramo de tierra hacia una carretera y pisamos de nuevo asfalto en dirección de nuevo a Tárrega.
Ahora viene una recta enorme, con el sol de cara, y en descenso que ayuda a "soltar" (si en mi caso vale esa palabra) las piernas.
Entramos en Tárrega y cuando llegamos al kilómetro nueve se separan las dos carreras.
Los del 10 se van a la derecha hacia meta y los de la media maratón nos vamos a la izquierda.
Llego al kilómetro diez de carrera y el tiempo de paso es de 42'38", estoy, aunque justito, dentro de los márgenes para intentar el objetivo.
Ahora vamos en dirección hacia El Talafell a través de una carretera que nos va a llevar de ida y de vuelta durante los siguientes 10 kilómetros.
Se agradece la iniciativa de unos vecinos que con unas mangueras con difusores nos hacen un arco de agua para mitigar un poco el calor que está haciendo.
Todo el tramo de ida hasta el bucle que hay en Fonolleres (cinco kilómetros) es en ligera pero constante subida, lo que, unido a la temperatura ambiente está haciendo mella en todos los corredores.
Se me está haciendo muy duro y pese a que mis tiempos parciales, nunca suben por encima de los 4'30", no me estoy encontrando nada cómodo y estoy empezando a tener mucha fatiga.
Veo un poco "la luz" cuando ya nos cruzamos a la cabeza de carrera, porque sé que ya me queda poco para dar la vuelta e iniciar el descenso.
En el "14" volvemos a pisar tierra, pero va a ser muy poco tiempo.
Llego al avituallamiento del "15", giro de 180º y regreso por donde hemos venido hacia Tárrega.
En ese punto saco mi gel Biofrutal de naranja y me lo tomo junto al agua que me han dado.
Ese "in pass" me ayuda, por lo menos, a activarme un poco física y mentalmente.
Comienzo los últimos seis kilómetros con terreno, más o menos favorable,  con la distracción de ver por el lado contrario al resto de corredores que suben (muchos, por cierto andando) y con una suave brisa que viene de cara, que se agradece enormemente para suavizar el calor.
Como digo, el terreno, ahora es bastante más suave, pero aún así hay varios repechos que rompen el ritmo y provocan "quejidos" en mis piernas.
Estoy llegando de nuevo a Tárrega y, debo agradecer, la compañía y ánimos de un Policía Local que, con su moto, se mantuvo a mi lado durante más de un kilómetro jaleándome...detalles que sorprenden y que gustan mucho.
Llego al kilómetro 19, miro el reloj y veo que va a ser imposible bajar de los 90', pero lo menos voy a intentar hacer una marca lo más digna para mí.
Ahora ya hay bastante público en la calle y esos ánimos hacen que todos echemos el resto...
El paso por el 20 lo hago en 3'56", pero por muy rápido que vaya esos últimos 1100 metros va a ser imposible obrar el "milagro".
Encaro la recta final , intento echar el poquito resto que me queda en este cuerpo y cruzo mi 116 línea de meta de una media maratón en el puesto 38º de la general  (de 300 llegados) con un tiempo de 1h 31' 45" (a 4'19" de media)...no pude dar para más...o para menos.
Tras la ducha y el excelente avituallamiento que hubo (bocadillo de longaniza incluido, que me sirvió de comida), regresamos a casa con celeridad puesto que tanto Miguel, como yo, debíamos ir a trabajar.
Por cierto....¿intuis cómo nos fue la tarde en el departamento?....pues sí... FATAL!...mis compañeros lo podrán corroborar o desmentir.
Hubiera preferido estar en otro sitio, pero...ya llegarán otras oportunidades.
Sigo en mi "mundo" popular y con la ilusión intacta por seguir haciendo carreras mientras la salud y las ganas me permitan.
¿La siguiente?...pues nunca se sabe..la que me apetezca , donde me apetezca y cuando mis turnos de trabajo me lo permitan.
"Despierta cada mañana con el pensamiento de que algo increíble está por suceder"






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